La progresiva eliminación de barreras a la movilidad del capital, así como los avances en materia de transporte y comunicaciones, facilita a las empresas multinacionales organizar la producción a una escala global. Una de las consecuencias de este fenómeno es que las empresas multinacionales cuentan con más facilidad que nunca para cambiar su ubicación.
2. Objetivos que persigue la deslocalización:
Las empresas que optan por abandonar regiones o países de tradicional tejido industrial para situar sus plantas productivas en otro país lo que buscan es incrementar su beneficio, gracias a que en el país receptor se espera disponer de:
- - Una mano de obra más barata.
- - Unas legislaciones en materia de protección del medio ambiente y de lucha contra la contaminación más permisivas que en el país de origen.
- - Unas condiciones de trabajo más flexibles que las existentes en los países desarrollados en materia de jornada laboral, derechos de los trabajadores, seguridad en el trabajo, etc.
3. Argumentos en contra y a favor de la deslocalización:
Los contrarios a la deslocalización resaltan como consecuencias negativas del proceso:
- Perjudica al empleo del país de origen.
- El empleo generado en el país receptor es un empleo precario.
- Tiene un impacto negativo desde el punto de vista del medio ambiente, en la medida en que normalmente en los países de destino la actividad productiva está sometida a menores controles medioambientales.
- Genera un cierto “efecto contagio” en otras empresas no deslocalizadas, que se enfrentan a dificultades crecientes para competir con las empresas deslocalizadas, lo que al final puede incentivarles a la deslocalización.
- El producto final en muchas ocasiones es de menor calidad ya que, normalmente, es producido con menores controles de calidad o por una mano de obra de menor cualificación.
- La inversión en el país en el que se “relocaliza” la empresa va a generar empleo y reducción del paro, lo cual resultará de especial relevancia ya que normalmente en las economías emergentes receptoras de la inversión, los parados no tienen la cobertura social que tienen en las economías desarrolladas.
- A pesar de que los sueldos en los nuevos países receptores de la inversión son mucho más bajos que los existentes en los países desarrollados de origen, la situación salarial y laboral de los empleados en la empresa multinacional va a ser mucho mejor que la de aquellos que trabajan en empresas nacionales y en otros sectores productivos. Además la inversión extranjera va a contribuir a mejorar la cualificación de la mano de obra y la difusión de la tecnología, facilitando la creación de una clase empresarial que puede convertirse en motor del crecimiento económico.
- La deslocalización está contribuyendo a que el precio de los productos industriales a nivel mundial se reduzca, al poder las empresas multinacionales producir a costes mucho más bajos. De las bajadas de precios en sectores como la electrónica, calzado o vestido se benefician los habitantes de los países desarrollados, que ven cómo su poder adquisitivo se incrementa.
- La destrucción de empleo que se produce en el sector industrial de los países desarrollados como consecuencia de la deslocalización, no necesariamente tiene que significar una destrucción de empleo en el conjunto de la economía, sino que, probablemente, lo que se producirá es un trasvase de mano de obra hacia el sector servicios.
- La deslocalización no afecta a aquellos productos de alto valor añadido, que siguen siendo producidos por los fabricantes europeos, norteamericanos, etc., sino a los productos de menor calidad y valor añadido.